Para conservar el embutido envasado al vacío de forma óptima, es necesario seguir algunas pautas. En primer lugar, es importante mantener una temperatura adecuada de almacenamiento.
Se recomienda almacenar los embutidos en el frigorífico, a una temperatura de entre 0 y 4ºC. Esto ayuda a mantener la frescura y la calidad del embutido durante más tiempo.
Además, es fundamental asegurarse de que los embutidos no estén expuestos a fuentes de calor o luz directa, ya que esto puede acelerar su deterioro. Es recomendable guardarlos en un lugar fresco y oscuro, como la despensa de la cocina.
Cuando se vaya a consumir el embutido envasado al vacío, es aconsejable sacarlo del frigorífico y del envase al vacío un rato antes de servirlo.
Esto permite que el embutido se oxigene y se atempere, lo que contribuye a que recupere su color real y todo su sabor.
El embutido estará listo para consumir cuando las lonchas se separen fácilmente unas de otras al abrir el paquete.