El hornazo ocupa un lugar destacado en las tradiciones y celebraciones de Salamanca, siendo especialmente prominente durante la Semana Santa y otras festividades religiosas.
Durante estos eventos, las familias salmantinas se reúnen para elaborar y compartir hornazos caseros, creando lazos de comunidad y fortaleciendo los vínculos familiares a través de la comida.
Además de su presencia en festividades religiosas, el hornazo también es una opción popular en otras celebraciones locales, como ferias gastronómicas, fiestas patronales y eventos culturales. Su versatilidad como plato principal o aperitivo lo convierte en un elemento imprescindible en cualquier ocasión festiva, donde su sabor auténtico y su historia arraigada en la tradición local lo convierten en el centro de atención de la mesa.