El proceso de elaboración del jamón ibérico comienza con la selección de los cerdos.
El cerdo ibérico es una raza porcina criada específicamente para obtener la mejor calidad de jamón.
Su capacidad para acumular grasa bajo la piel y infiltrarla en la musculatura es fundamental para lograr el veteado característico del jamón ibérico.
Además, estos cerdos se crían en libertad, lo que les permite moverse y desarrollar sus músculos de manera óptima.
Su alimentación, basada en bellotas y recursos naturales de la dehesa, contribuye al sabor y calidad excepcionales del jamón ibérico.
A nuestra fábrica en La Alberca, llegan los mejores cerdos ibéricos, procedentes de las dehesas de Salamanca, Extremadura y Andalucía.